Noche previa al miércoles

Si esto es ansiedad, busco el ticket ahora mismo, voy al súper y que me devuelvan mi dinero. 

—————————————

Creo que hace aproximadamente un día has vuelto a dar señales de vida. Esto de las redes sociales es una cosa... inaudita. 

Ni siquiera hemos mediado mensaje alguno, pero ya ha vuelto a mí el malestar. El desasosiego nocturno. El dolor en el pecho. La fantasía de mi desaparición. 

A día de hoy creo que te mantengo como pretexto para mis angustias, las cuales son más sencillas de llevar si tengo un nombre y una cara a las que culpar. Pero nada más lejos de la realidad. Lo mío ya viene de tiempo atrás. 

Te hubieses comportado conmigo como un capullo o no, creo que a día de hoy seguiría padeciendo las mismas dolencias, o en caso alguno, similares. Seguro. 

En algún tiempo tuve que haber querido vivir. No concibo haber nacido sin ese afán tan humano de permanecer en La Tierra aún siendo la persona más desdichada del mundo. Pero en algún momento me trunqué.  

Ahora me dedico a intentar desahogarme en un blog sin lectores mientras el azul me alumbra. Quisiera gritarle a mis padres que no lo hicieron mal, pero que yo no estoy hecha para esto de respirar constantemente. Pero nada. Sigo aquí, escribiendo en silencio. 

Por eso creo que recordarte me entristece tanto. Porque en cierto momento... quizá podría habértelo gritado a ti. Y, egoístamente, haberte cargado con esa responsabilidad. La pelota de la chica que fantasea con la muerte estaría en tu tejado, no en el mío. No puedo jugar con mi propia pelota. O sea sí puedo, pero menudo aburrimiento. Vaya mierda. 

¿Habrías sido de otro modo conmigo entonces? ¿Podrías haberme dado esperanza? Ahora otra persona está en la que un día fue tu posición, pero aún no me queda claro si ni siquiera entiende lo que esta supone. 

A él no podría tirarle semejante pelota al tejado. Sus tejas son estupendas y merecen ser cuidadas con mimo. Digno de revista. Encima aísla fenomenal del frío. Una pasada que no debería deteriorarse a golpe de pelota. Sería una desfachatez. 

Ya no sé ni lo que digo. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Deseando que fuese miércoles

Domingo un poco miércoles